El Precio Del Deseo

El precio del deseo

Esta obra no grita, pero susurra con fuerza.
Una figura recostada, atrapada entre la calma aparente y un fuego interno que arde en silencio.
No es solo una representación de deseo; es la aceptación de lo que implica sentirlo, vivirlo y, a veces, ser devorado por él.

Su cuerpo, relajado, parece rendido no al placer, sino al destino que ella misma eligió.
Porque desear, verdaderamente desear, no es un acto inocente: es invocar una fuerza que transforma, que arrastra, que exige.

Aquí el deseo no es capricho: es una bendición maldita, una fuerza que da sentido, pero cobra precio.
Y en ese silencio de la escena, no es ella quien habla.
Eres tú el que empieza a hablar. Porque la pintura no se explica. Te explica a ti.

Técnica: Óleo sobre grafito
Tamaño: 70x100cm
Año: 2025